
Soy perfectamente imperfecta
Repite conmigo, «Soy perfectamente imperfecta, acepto mis debilidades, valoro mis fortalezas y reconozco que mis imperfecciones son ingredientes de mi grandeza.»
En este artículo quiero acompañarte para que te valores, te comprendas y aceptes con una gran sonrisa que está bien dejar de querer ser perfecta.
Compartiré contigo una historia personal, mi experiencia comprendiendo el valor de la imperfección y más adelante te daré 2 tips para apreciar tus imperfecciones tanto físicas como de carácter.
Sabes, no es hace muchos años que comprendí que soy perfectamente imperfecta.
Pero siempre supe a consciencia sobre todas mis imperfecciones.
Incluso acepto que tenía un inmenso listado de imperfecciones al que hoy por hoy (por fortuna) no daría tanto valor.
Ha sido y sigue siendo un aprendizaje constante, un camino de amor propio que se construye con cada acción y pensamiento que tengo hacia mi misma y hacia el resto.
Y porque comprendo lo difícil que puede llegar a ser y también el grandioso efecto que tiene, que hoy me atrevo a hablarte de ello.